Entrar en el mercado del alquiler vacacional es una decisión que garantiza un beneficio económico para aquellas personas con propiedades donde no residen normalmente o que disponen de una empresa con un catálogo de propiedades de alquiler. No obstante, además de la gestión y el cumplimiento de la normativa legal existen otras responsabilidades empezando por asegurar que el alojamiento sea un entorno seguro tanto para la tranquilidad del propietario como la del huésped que se aloja. Aunque debemos hacer lo posible por evitarlas, las incidencias pueden ocurrir en cualquier momento y está en nuestras manos como propietarios o gestores conseguir que su impacto se reduzca al mínimo.
¿Qué es básico en la seguridad de un alquiler vacacional?
Hacer una inversión en seguridad no debe percibirse como una molestia, pues siempre será beneficioso para el propietario y el huésped. Las consecuencias de un accidente que podría haberse evitado siempre serán mayores que el tiempo y el coste invertido en una buena planificación de seguridad desde el inicio de la actividad. Es recomendable que antes del inicio de la actividad el alojamiento o alojamientos de los que se disponga estén debidamente asegurados. Por ejemplo, un seguro de responsabilidad civil nos asegura cobertura al propietario y al huésped ante cualquier incidencia, incluso ante daños a terceros. Otra opción en este ámbito sería el seguro de huéspedes que a veces los canales de alquiler ya ofrecen y cubren legalmente los daños a los huéspedes, así como a la propiedad y zonas comunes. Otra recomendación es la póliza multirriesgo, la opción más completa que pueden ofrecernos las aseguradoras y que cubre todo lo anteriormente descrito en ambas opciones.
Una vez hemos asegurado nuestro alojamiento es momento de considerar sistemas de seguridad como la alarma antirobo y antincendios. Al tratarse de alojamientos que pueden estar durante largos periodos de tiempo sin ocupación es necesario estar protegido ante ladrones que aprovechen las épocas de baja entrada de turistas para acceder a la vivienda. Además, un detector de humos y alarma de incendio nos protegerá ante posibles incendios ante descuidos de los huéspedes. Es recomendable revisar dónde colocar estos dispositivos antincendios en zonas estratégicas o saber dónde deben situarse si la ley los exige.
Por supuesto, toda la información relativa a la seguridad y normativa del alojamiento debe estar debidamente indicada y comunicada a los huéspedes antes de su estancia. Teniendo esto en cuenta, es recomendable que el propietario elabore un documento de normativa de uso del espacio que incluya también indicaciones de seguridad como la localización de equipamientos de emergencia como extintores si se encuentran en la vivienda. Con el software de Icnea es posible utilizar las herramientas incluidas para la programación de emails automáticos que nos ayuden a hacer llegar toda esta información al huésped antes de su llegada, así como la
webapp dedicada a los huéspedes donde se puede incluir esta información y mucha más.
La importancia del manteninimento
Una vez los elementos básicos de seguridad se han implementado y hemos preparado las comunicaciones deberemos tener en cuenta los mantenimientos periódicos. Esto no se refiere solamente a los dispositivos de seguridad y alarma, hablamos de toda la vivienda y sus instalaciones. Sistemas de calefacción en invierno y refrigeración en verano, así como grifos e iluminación. Tener en cuenta estos elementos no solo nos ayudará a ganar la confianza del huésped y causar buena impresión, también evitaremos accidentes por mal funcionamiento y nos aseguramos de que todo esté en óptimas condiciones antes del acceso de nuevos huéspedes.
Finalmente, es importante destacar la necesidad de mantener un contacto constante con los huéspedes una vez han accedido al alojamiento por cualquier incidente o duda a resolver respecto al uso de la vivienda.