Las restricciones de estancia mínima pueden ser una aliada para intentar controlar la demanda, pero también un riesgo.
La estrategia de aplicar restricciones de estancia mínima se utiliza hace mucho tiempo, pero si no está muy bien controlada, supone un riesgo que se puede convertir en la perdida de potenciales reservas.
La demanda se puede intentar controlar, pero nunca se puede conseguir del todo. ¿Cuántas veces las reservas que entran dejan huecos en el calendario y no se acaban ocupando porque no están disponibles a causa de la estancia mínima?
Por suerte, como siempre, tenemos la tecnología que nos puede ayudar a minimizar los riesgos y consecuentemente las pérdidas económicas.
La solución que ofrece Icnea es simple y eficaz al mismo tiempo: resaltar estos días que ya no son vendibles porque están atrapados por tus propias restricciones de estancia mínima. Este remedio tan simple puede beneficiar a los gestores de un incremento que puede llegar hasta un 10% más de reservas que frecuentemente se pierden.